Rumbo a Flandes II

…En Luxemburgo no hay obesos. Habré visto uno o dos, creo. La buena alimentación de las clases altas europeas les libra de la obesidad (al contrario que en Brasil, donde el bajo poder de compra daba una alimentación basada en arroz y feijao, lo que generaba lorzas y engrosamientos en todas las partes del cuerpo). Aquí mas bien son enjutos de carnes, aunque se da el tipo de mujer altamente pechugona, de donde creo yo que viene nuestra expresión “estar flamenca”…
Porque estar flamenca no es estar gorda, sino rolliza y hermosota, y predominantemente, pechugona, vamos.Y ahora lo comprendo, nuestros chicos estaban aquí con los tercios, y cuando volvían a casa y se encontraban una chica dotada de pecho, le decían, ”¡ qué flamenca estás!” recordando estos pechos de Flandes.

…Y aquí, nuevamente al contrario que en Brasil, no hay plataformas en los zapatos ni agujas imposibles en los tacones. La luxemburguesa lleva mayoritariamente zapato plano ( si las paulistas supiesen cómo es ordinario calzar lo que ellas llevan y qué poco chiqui lo consideran las europeas, arrojarían sus calzados al Pinheiros ipso facto…)
…El uniforme nacional es la gabardina. Menos mal que en las rebajas de verano de El Corte Inglés me dio por cogerme una gabardina, y gracias a eso, voy completamente mimetizada con mi entorno. Los modelos que se ven en la parte vieja, donde pasea la crème de la crème, son sobrios, elegantes, coordinados, discretos…y carísimos. Ver un escaparate de ropa, zapatos o bolsos en estas calles es sufrir una experiencia traumatizante: no hay nada, NADA, por menos de 200 euros: zapato de hombre, 275 el mas sencillito; bolsos…por menos de 300 son una nadería..los abrigos de señora, parten de mínimos de 500…Me entretuve en ver los escaparates para poder saber los precios; ahora que ya lo se, paseo sin dignar deslizar mis ojos hacia los comercios…

…En Luxemburgo hay 2 pobres que piden en la calle. Están perfectamente localizados y ejercen en los mismos lugares..aunque a veces no están, deben hacer turnos o cumplir horarios…Son una señora tipo desgreñada latina, y un chico tipo desgreñado blanco-rubiáceo. A lo mejor tiene cupos por grupos étnicos para que nadie les pueda achacar discriminación…

…Los autobuses de Luxemburgo son únicos: son muy largos, con dos o tres cuerpos de esos unidos por un fuelle, como los vagones del metro. Cada cuerpo tiene su puerta, con lo que puedes acceder a ellos por el último, por ejemplo…y volver a salir naturalmente. Consecuencia: acabemos con el mito del norteuropeo cívico: nadie paga el autobús. Tú entras por detrás, haces que te acercas a la máquina, y te sientas. Y ya está, cuando llega tu parada te bajas y listo. ¿Tú crees que el conductor se va a levantar de su asiento para venir a ver qué hace cada uno de los viajeros que suben?. Ni de la coña, que dice Rafa. Entonces, ¿por qué no impiden que se suba por atrás y les hacen a todos pasar por delante del conductor?…no se, tal vez por el susodicho mito del norteuropeo cívico…Por cierto, y para cerrar el capítulo autobuses: el sueldo de un conductor de autobuses luxemburgués es de 3.000 euros al mes al principio de carrera. Al final, cerca de la jubilación, el sueldo es (euro arriba euro abajo), unos 6.000…
…¿Por cierto, que hay que hacer para sacarse el carnet B ese de conducir cacharros grandes…?

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