… En Luxemburgo hay dos Museos de Historia: El Museo Nacional y el de Historia de la Villa de Luxemburgo, que en parte podrían confundirse, ya que la trayectoria del Ducado y la de la ciudad se identifican.
Ambos Museos comparten una misma concepción arquitectónica basada en varios pisos superpuestos que ocupan un gran hueco abierto en lo profundo de la roca, que se ha dejado a la vista cubierta con grandes placas de vidrio, con lo que se integra en la pared. Mucha madera completa la decoración.
Los periodos prehistóricos están muy bien reconstruidos, en maquetas y escenarios. Llegando a la Edad Moderna, empiezan a fallar los restos dignos de ocupar un Museo, y cuando ya vas abriendo boca para ver qué tratamiento le dan a los dos siglos en que compartimos historia, te quedas con las ganas, porque no hay nada, a pesar de que es bajo el reinado d e Carlos V cuando se contruye una gran fortaleza que va a marcar la ciudad, porque en ella se establece una guarnición permanente. Del siglo XVII sólo se reseña la llegada de los jesuitas, y la consagración de la ciudad por obra de su labor evangelizadora a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Se acabó, no hay mas, chim pum.
…Ayer presencié una escena que demuestra el arraigo de las actitudes patriarcales en nuestro código genético. Un restaurante, entra una familia portuguesa, padre, madre y dos niños, el pequeño aún no se anda. Ocupan una mesa y el padre sostiene, orgulloso, en sus rodillas al pequeño. Entra la dueña del restaurante, los conoce, les saluda, le hace carantoñas al pequeño, ¡cómo ha crecido!, etcétera y tal. Al padre se le cae la baba de orgullo. Al poco tiempo vienen los platos. Y con la mayor naturalidad del mundo, el niño pasa a las manos de la madre, para que el padre coma desembarazado…mientras la madre come con el pequeño no dejándola en paz….¡¡Oh siglos y siglos de patriarcado metido en los genes!!….
…Leo la noticia de la manifestación en Madrid de 101 asociaciones y grupos pidiendo la laicidad del estado y rechazando el Concordato y las subvenciones a la Iglesia. ¡Qué pena no estar! ¡Qué estupendo que empecemos a hacernos visibles y a manifestar nuestro cabreo! Hay una librería muy agradable cerca de la Avenida de la Libertad, es cara, pero tiene un café dentro muy agradable. Voy a comprarme un libro de historia de Luxemburgo, pero paseo entre los expositores a ver qué se lee aquí. Y me encuentro a Max Gallo, el gurú progresista, que fue ministro de Cultura con el socialismo de Miterrand, y que pasa por la vida con la etiqueta de persona seria e intelectual…sacando un libro sobre el personaje de Jesús, y diciendo que, sea verdad o no, no importan las pruebas, su figura ha resistido los siglos y los resistirá. Y nos predice que se engrandecerá aún mas en los tiempos que vienen …¡Oh dioses ateos! ¡¿Hasta cuándo?!…
La situación de los portugueses en Luxemburgo, me recuerda lamentablemente a la de los pardos en Brasil: son todos los camareros, cocineros, mujeres de la limpieza, albañiles, picapedreros, barrenderos de la ciudad…pero nunca entras a un sitio en que sean los patronos. El sistema educativo luxemburgués divide a los niños a los 11 años entre estudiantes y trabajadores. O sea, a los 11 años, van a la Secundaria, pero tienen Liceos técnicos y Liceos generales. Si pretendes ir a la Universidad, deberás ir a uno de estos segundos. Si te mandan a un técnico, olvídate de la Universidad. Y ¿cómo se decide a cual vas? Pues por el consejo orientador de cada Liceo que decide si tus notas te van a permitir ir a uno u otro. Teniendo en cuenta que la enseñanza primaria se da en alemán después de una infantil en Luxemburgués, está claro que un hijo de emigrantes portugueses va a hacer una primaria con evidentes dificultades de idioma y por ende de comprensión y expresión en las otras materias. El camino a los Liceos técnicos está escrito en su destino irremediablemente.
Este mes de Septiembre me llegó una madre española al Consulado. Por motivos de trabajo, había aterrizado aquí con su marido y su hijo procedentes de Madrid. El chico había hecho un 2º de la ESO con ocho matrículas de honor. ¿Ingresar en el sistema educativo luxemburgués…? Una odisea… auténtica, literal. Tras muchas peripecias, parece que han metido al chico en un Liceo técnico. Consuelo a la madre, que no se preocupe, que es un año, que le sirve para aprender idiomas y que luego se va a España y se incorpora a su instituto y no ha pasado nada… Se va mas tranquila. Vuelve a primeros de Octubre: regresa a España. Imposible dejar a su hijo en las condiciones en que lo han puesto: en una sala sin luz natural, en los bajos de un Liceo, tipo zulo, con siete niños portugueses y un niño somalí. El somalí, inteligentísimo, dice, habala inglés y estucia francés por internet. Los portugueses, deprimidos y llorando que les lleven a su país… ¿Y qué hacen allí?…les ponen dibujos de cosas con su nombre en francés debajo. Van a perder un año irremediablemente…y después…no tienen seguro ir a un Liceo general…
Cuando van a hablar con la directora del centro a preguntar en qué condiciones está su hijo, la señora no sabe ni que es alumno del centro… ¿No hay otras posibilidades?…Si, tienen un Liceo internacional, en inglés…de precio prohibitivo …O eres de cultura germana, o dominas francés…o te vas a los servicios de acogida… ¿clases de apoyo? ¿integración en la clase con adaptaciones? ¿refuerzo de idioma?…¿qué es eso…?
Me dice una pequeña con orgullo:
-He tenido un diez en dictado en francés.
- ¡qué bien, cuánto francés sabes!- le digo.
-Sí, y además era de memoria.
-¿Cómo?, ¿dictado de memoria?
-Sí, me lo dieron la semana pasada y en una semana me lo aprendí y lo hice todo bien.
(El dictado eran cuatro frases, cuatro. La niña tiene 10 años. Viva la pedagogía moderna apoyada en las nuevas tecnologías…)
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