…esta vez mi crónica no es mía…leed lo que de estas gentes decían hacia 1550 dos capitanes españoles que aquí llegaron y que, cual nuestro caballero, se dedicaron a escribir sus impresiones…
…”Su plato cotidiano se limita a una sopa de manteca salada y un pan tan negro que no lo comerá en España ningún esclavo…el pan amasan muy suciamente con los pies. Hacen olla una vez en la semana, y aquella carne fiambre anda siempre en la mesa, de que comen cada día un poco; y con esto y con queso se están hablando y bebiendo de aquella cerveza (que cuesta poco) tres y cuatro horas a la mesa. No beben vino sino en regocijo de algún convidado o en banquetes que muchas veces hacen porque con ocasión celebran muchas fiestas, y todo para en comer y en beber. Todos los mantenimientos son caros de manera que comen poca carne y mal pan de centeno y si beben mucho, es cerveza. Y es muy ordinario todos los días santos sentarse a comer y no alzarse de la mesa hasta la noche…sino a necesidad que no pueden excusar. Y algunos se paran tales con la cerveza doble que no pueden levantarse y allí mean, y aún mas adelante, los que hacen banquetes tienen tal orden y regla que de lo que sobra come después toda la casa quince días. Y todo el negocio es parlar y beber mas que el comer…la gente común no tiene por afrenta emborracharse, y algunas veces acontece preguntar por el marido y responder la mujer muy sin pasión que está borracho…
…las mujeres son frías de complexión…besando y abrazando y cuanto mandes sin recatamiento y tan sin pasión ni alteración alguna como si no fuesen mujeres, y comen y beben muy altamente y hablan y miran y andan el paso largo como hombres…
El vicio tan grande del beber los ha hecho muchas veces prevaricar del uso de la razón. Al pie de la horca ocupan su última hora con una copa y jarro en la mano, bebiendo y brindando al verdugo. Si perdieron el respeto al rey y al mismo Dios nuestro señor quemando sus reliquias y derribando sus templos es que el mucho beber , privándoles de sus sentidos, los ha traido a este miserable estado…y no hay que maravillarse tengan grande vicio, porque lo maman con la leche desde niños al pecho de las madres; y el rato que las dejan les ponen en las manos unas tetas de madera contrahechas, llenas de vino o cerveza, y maman en ellas de la misma manera que de las naturales, como si fuera leche, hasta que los destetan. Deste artificio mezclado con la naturaleza les viene tan notable daño como la embriaguez…las mujeres, aunque beben, jamás se privan de su juicio y son mas sobrias…y después de haber cumplido con las obligaciones de su casa, van a media noche a buscar a sus maridos a las tabernas, cada una con su linterna, y los traen de la mano dando caídas y algunas veces en brazos porque la fuerza del vino o de la cerveza los desatina de suerte que no ven donde ponen los pies…
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