…la primavera ha llenado a Luxemburgo de flores rosas y blancas…las aceras son un paseo entre cerezos tan llenos de flores que ni una hoja se ve. Hay un árbol que nunca había visto antes, que se llena de grandes flores hasta en la rama mas pequeña cuando aún no le han salido las hojas…y la variedad de arbustos que están en flor es también grande.
…En mi camino diario al trabajo hay una esquina donde la acumulación de un arbusto de flores amarillas crea un aroma tan fuerte que se percibe a pesar de los coches. Es tan agradable, que me paro a ver si puedo coger unas simientes para llevarlas al Molino. Y al detenerme, veo que es una Mahonia aquifolia, y que la tengo en el Molino ya, en el caz hay varios ejemplares. Voy a cultivarlos y que se hagan arbustos…en fin, que la primavera es muy generosa con Luxemburgo y esta realmente espectacular.
…Visito las Casamatas del Bock por fin (han estado cerradas todo el invierno).Han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. Son 23 Kilómetros de galerías excavadas en el promontorio calizo sobre el que se alzó el castillo del Conde Sigfrido que dio origen a la ciudad allá por el año mil. Pero no las excavó Sigfrido ni lo hicieron los luxemburgueses, sino los españoles en el tiempo en que nuestros Reyes Austrias eran señores de aquí. Galerías y galerías, altas y anchas donde se emplazaban los cañones (que había que hacer descender por pozos verticales) para defender la villa. Un trabajo de chinos, diríamos hoy…hecho por nuestros antepasados…
…es curioso cómo varían a lo largo de los siglos los estereotipos de los pueblos…todos los libros de Historia que estoy leyendo son de autores belgas y franceses. Invariablemente, nos pintan como gente seria, discreta, austera y severa, para oponernos a la alegría de vivir, el lujo, la fiesta y la expansividad de los flamencos… Casi parecería que nosotros encarnábamos mejor el espíritu calvinista (hay quien opine que Felipe II era el Calvino del catolicismo…) que los alegres flamencos…y hoy en día, hablas con cualquiera de estos flamencos y lo que nos envidian es la alegría y el saber vivir…
…los franceses llevan unas semanas, desde las elecciones cantonales, asaz reiterativos hablando a todas horas del avance de Marine Le Pen en porcentajes de votos. Estaba yo a punto de hacer un comentario en mis crónicas sobre la civilidad, mesura y sosiego de los programas de debate de la televisión francesa, cuando anoche presencié uno en que sólo les faltó llegar a las manos…cómo se gritaban…
…el tema era si el Frente Nacional había cambiado, se había modificado, si se podría decir que era realmente extrema derecha desde que está Marine (“Le Front national, est-ce toujours d,extreme droite?” era el título)…había, digamos, dos representantes de izquierda, dos de derecha y uno ni fu-ni fá. Pero todos periodistas.
…los de derecha defendían que el Frente Nacional había cambiado, pero no aportaban argumentos, no decían en qué, simplemente hablaban de que las cosas evolucionan de forma natural…los de izquierda decían que había cambiado, efectivamente, pero sólo en ansia de poder. Sostenía Edwyn Penel (así se llamaba uno de los que he dado en llamar de izquierda) que mientras Jean-Marie le Pen estaba obsesionado con la guerra de Argelia, cosas del pasado, etc, y que no tenía ansias de poder, su hija, sin embargo, pasaba del pasado y tenía una desmedida ambición de llegar un día al Elíseo. Pero que el programa del partido no se había tocado en lo mas mínimo, y continuaba considerando que el primer problema de Francia era la emigración y la necesidad de expulsar a los extranjeros, entre otras cosas, para no viajar en el metro rodeado de magrebíes. El periodista se sublevaba literalmente en sus expresiones por que, en medio de una crisis social tan grave como la que atraviesa el país, se pudiera andar diciendo que ese era el primer problema francés…
…No voy a resumir todo el debate…Pero el enfrentamiento entre el dicho Edwyn Penel y Robert Mennard llegó al paroxismo (llevaban toda la noche dedicándose comentarios hirientes), cuando el tal Edwyn, deja a un lado la mas o menos conseguida “politesse” y le lanza a Robert Mennard que cómo se puede salir de dirigir Reporteros sin Fronteras y pasarse al Frente Nacional, defendiendo la pena de muerte y la tortura en según qué casos… ¡allí ardió Troya…! “Qué vergüenza, de Reporteros sin Fronteras al Frente Nacional, de una organización progresista a defender la pena de muerte! ¡vergüenza! ¡decepción!” (traición le faltó gritar…)
…hasta en las mejores familias…
…me he alargado mucho…otro día resumo aspectos del debate muy interesantes…me voy a oler los cerezos…
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