Todavía no me he repuesto de la visita el museo del Louvre

Aquello es como la romería de San Andrés do Teixido a la que nunca
fui, por cierto, pero que asimilo a la que se puede ver en “Divinas palabras”
con Ana Belén haciendo de volatinera… Tratar de disfrutar una tarde viendo
cuadros se antoja imposible luego a la entrada, que se hace por un centro
comercial lleno de boutiques de variada gama de mercancías lo que acentúa nada
más llegar la sensación de comercio compra-venta de n`importe quoi.
Una vez traspasadas las puertas del templo,
imposible detenerse ante la Victoria de Samotracia rodeada de una muchedumbre.
Hay que seguir, y cuando entras en las galerías, te encuentras con que éstas
son muy altas, por lo que los cuadros se encuentran a dos niveles, siendo el
segundo de considerable altura. Para completar la panoplia de dificultades que
te impiden ver los cuadros, hay que añadir que el techo sea de cristal y los
cuadros estén protegidos por un idem, con lo que la luz del techo refleja en el
cristal del cuadro y es mas difícil encontrar la postura que en una noche de
insomnio. Y luego, claro, el que estén permitidas las fotos con flash…es un
disparo continuo de gentes andando procesionalmente que de repente se detienen
ante un cuadro, y no lo miran, sino que buscan el enfoque, disparan y sigue la
procesión. Como en una romería, ves pies que se arrastran, tacones que se
doblan, cuerpos cansados que cumplen su promesa sobreponiéndose a las
penalidades…lo que no ves, es a casi nadie deteniéndose ante una pintura para
mirarla. Qué pena, lo que yo hubiera podido disfrutarlo, y sin embargo, aunque
sólo ví unas cuantas salas, juro que no volveré. Tantos tesoros maravillosos
tan mal aprovechados. Alguien debería plantearse si esta es la mejor forma de
llevar a alguien a conseguir apreciar un cuadro. Da la sensación de que se ha
buscado la grandiosidad de mostrar antes que la sencillez de apreciar…no se por
qué lo asimilo con una cierta decadencia de los iconos que siempre han
caracterizado a Francia…
…ya tener un presidente como Sarkozy da esa
idea…no me había dado cuenta hasta qué
punto se parece a Aznar…con esos tacones para simular una altura que no tiene,
ese culo saliente al andar cuyos movimientos acompañan rítmicamente las dos
rajas de atrás de sus chaquetas pasadas de moda, lo que hace que las miradas se
dirijan hacia esa parte del conjunto; su hablar impostado; su capacidad de
mentir sin que se le mueva un pelo; su aparición medio borracho en aquella
famosa rueda de prensa en que se le trababa la lengua, como a Josemari en
Valladolid, cuando reivindicó beber lo que le apeteciera…es un personaje que no
hubiera desentonado en una pandilla de mozos de los que acompañaban a Alfredo
Landa en sus funestas películas de los años 70…y va a vencer las próximas
elecciones aunque las encuestas digan ahora lo contrario…
…porque la izquierda está herida de muerte. La
única izquierda que consigue gobernar, los partidos socialistas, se han
desacreditado tratando de contemporizar con todos los poderes a los que
deberían enfrentarse, desde el financiero hasta el eclesiástico. Y sus votantes
se dispersan en una miríada de pequeños partidos (Hollande pierde fuelle ante
Melenchton) que nunca alcanzarán el poder, para regocijo de la derecha que,
firmemente unida en su mentalidad religioso-elitista-conservadora, va a campar
a sus anchas en los próximos al menos 15 años…
…aunque, como dice Del Bosque “después de la
tormenta siempre escampa”…