Desde que me declaré apátrida porque la política nacional no se podía aguantar, estoy mucho mas tranquila, dónde va a parar. Pero a pesar de apátrida, mi seguimiento a Irene Montero continúa, porque estoy segura de que esta mujer saldrá en los libros de historia, y yo no debo perderme el haber sido testigo de su paso por el discurrir de la nación. Total, que hace un mes o así, dijo que las mujeres teníamos derecho a tiempo para nuestra realización personal, con lo que no se puede estar más de acuerdo, y puso como ejemplo de la dicha realización personal femenina el poder tumbarse en el sofá a ver una serie o quedar con las amigas (quedar fuera, no en el sofá, se entiende). Que dije yo, pues a mí a realizada no me gana nadie, porque el sofá es mío y con las amigas quedo cuando quiero (menos ahora, por el covid). Se ve que Irene no tiene mucho derecho a sofá, ahora comprendemos quien lo ocupa en Galapagar, y de ahí la añoranza de realizarse ella también, “de lo que rebosa el corazón habla la boca”, dice la Biblia. Total, que me dije, voy a realizarme un poco, voy a ver una serie, como dice Irene, y me zampé en pleno aislamiento por la nevada la serie completa “Dime quién soy”, de Irene Escolar, fantástica, hay que ver qué bien se le nubla la vista del llanto a esta chica, qué bien hecha, qué ambientación, qué políglota, qué todo. Lo cual que no me explico por qué el señor de Galapagar, que se harta de informarnos de su opinión sobre cualquier serie o película que sale, no ha dicho nada de esta…será porque además de los nazis malos que salen siempre, salen aquí también los estalinistas de las purgas y la construcción del muro de Berlín y la vida sin libertad de la República Democrática Alemana que tanto le gusta a Alberto Garzón…Bueno, total, que yo me realicé que no veas con la serie y empecé otra de un presidente norteamericano muy bueno muy bueno, empalagoso de bueno, y lo dejé a pesar de ser Kiefer Southerland el protagonista, que me gusta bastante. Y como no puedo quedar con amigas por la pandemia, pues me estoy realizando leyendo libros, no se si Irene lo aprobaría…”Juego de Reinas”, por ejemplo, es muy entretenido, con un tema que siempre me llamó la atención, y es que todo el siglo XVI y parte del XVII, la política europea está dirigida por mujeres, mujeres imponentes: Isabel I de Castilla, Catalina de Médici, Ana de Austria, María de Médici, Isabel I de Inglaterra, María I Tudor, María I Estuardo, Juana de Austria, Catalina de Austria, Margarita de Parma, María de Hungría, Isabel Clara Eugenia, Cristina de Dinamarca, Cristina de Suecia…El libro no las retrata a todas, sólo a algunas pero es una narración ágil que te prende fácilmente… Mujeres fuertes, impresionantes…María de Médici es una de mis favoritas, entrada en carnes y ya mayor, encerrada por su hijo en un castillo y escapándose en una cesta descolgándose de la torre hasta el río. Murió pobre y sola, pero digna.. Si me pongo a hablar de esto, me entusiasmo, y me tienen que cortar, como me hicieron una vez unas de Izquierda Unida, que empezaron a hablar de mujeres y de historia, y yo les largué esto que acabo de contar y ellas me tuvieron que corregir, y me dijeron que esas mujeres no les interesaban, que ellas cuando hablan de mujeres tiene que ser de mujeres de izquierda, con lo que recogí velas y cerré la boca. Y es que hay gente que va por la vida con el piloto automático, se compran el kit de izquierdas, y ale, a opinar que es gratis. En lo que no voy a poder seguir a Irene es en lo de pintarse los labios de rojo muy rojo porque es antifascista…hay que hacer un vídeo y subirlo a las redes, y yo no estoy para eso, ya…además digo yo, con la mascarilla…pà qué, para llenártela de carmín y tener que lavarla y los fascistas sin enterarse… En la España Vacía a 19 de marzo de 2021