Lo que cuenta mi amiga Cristina sobre la historia del CO2 en las escuelas, me ha recordado a Lyssenko del que hoy se cumple el aniversario, ya que murió un 20 de noviembre de 1976 tranquilamente en su casa sin haber sido molestado en toda su vida después de lo que hizo, ¿Qué hizo? Pues yo creo que está muy de actualidad. Estamos en una época muy Lyssenkiana en el sentido de que la realidad, los hechos, la lógica, no importan en sí mismos sino que han de acomodarse a la ideología que se pretende. Lyssenko era hijo de agricultores ukranianos, lo que le permitió estudiar en la Universidad (en los años 20 en la Unión Soviética un gran número de jóvenes no pudieron estudiar por razón de su origen social: los hijos de nobles, oficiales zaristas, popes, fabricantes y comerciantes no eran admitidos en los establecimientos de enseñanza superior)y obtener el título de ingeniero agrónomo. A los 29 años anuncia que ha encontrado un método de hacer que el trigo de invierno germine también en primavera y dé dos cosechas, con lo que resolvería el problema del hambre en el campo ruso. Al método lo llama “Vernalización” y consiste en humedecer las semillas y someterlas al frío antes de plantarlas. (A los que no sean agricultores les puede parecer normal, a los que saben algo de campo les sonará a broma, eso es muy antiguo). A partir de ahí, el estado soviético le da todo tipo de apoyos para sus ensayos, a pesar de que fracasan uno tras otro. Y si fracasa ¿por qué lo mantienen?. Pues por la ideología que es lo que importa. Lyssenko sostiene, y con él la doctrina oficial de la URSS, que existe una ciencia burguesa y una ciencia proletaria, que no existe una lógica universal humana, sino que la lógica depende de la clase social que la aplica, lo que la transforma en ideología. Y se propone que triunfe la ciencia proletaria y desterrar y desenmascarar a la ciencia burguesa. Su principal enemigo es la genética, que es declarada fascista (sí, así, tal cual). Se niega la existencia de los genes, Mendel es prohibido. ¿por qué? Porque los caracteres hereditarios, si dependen de los genes, tienen un componente determinista mientras el marxismo dice que son las circunstancias exteriores las que determinan el ser del individuo. Llevado al mundo de la agricultura donde se mueve mejor Lyssenko, éste afirma que las plantas son como las sociedades humanas y se rigen igualmente que ellas por el marxismo. Según eso, si se cambian las condiciones exteriores, puede dominarse el tipo de frutos, las cosechas, etc. Llega a defender que cambiando las dichas circunstancias , una especie se transforma en otra, no hay problema en hacer que un tomate se transforme en un pepino, por ejemplo. Dice que las plantas han de sembrarse en corros para que se ayuden entre ellas, pues las más fuertes harán crecer a las más débiles como en las sociedades soviéticas y proletarias en virtud de la autoayuda del grupo. Su colaborador, Mitchourin, afirma haber conseguido “crear” más de 300 nuevas especies…para qué seguir… ¿Parece broma?…pues no lo es. En 1938 todos los miembros del comité organizador del Congreso Internacional de Genética que debía celebrarse en Moscú, son detenidos. Se nombra a Lyssenko presidente de la Academia de Ciencias Agrícolas. Uno de los científicos rusos de mayor prestigio Vavilov, es enviado al Gulag donde muere en 1942. En 1948, periódicos y revistas organizan una furiosa campaña contra los defensores de la teoría genética clásica. En finales de agosto centenas de científicos son destituidos de sus funciones en todas las universidades y en todos los institutos científicos del país. Todas las facultades de medicina, todas las escuelas reciben orden de eliminar de sus enseñanzas el “mendelismo reaccionario” y toda referencia a los caracteres hereditarios. La teoría de Lyssenko se extiende por todos los países del Este y en Inglaterra y Francia sostenida por los científicos comunistas. Estará vigente hasta 1964. .¿Que ahora no pasan estas cosas?… Ahí tenemos a las matemáticas inclusivas, por ejemplo, pura ideología. A la pedagogía que recomienda enseñanza sin aprendizaje (¿o es aprendizaje sin enseñanza?), a las ciencias naturales que no hablan de sexos biológicos o no explican el papel del CO2 en la función clorofílica, al profesor denunciado por explicar la existencia de genes masculinos y femeninos… Fíate de la ciencia y no corras… En la España Vacía (que no vacua…) a 20 de noviembre de 2021