Lo que está pasando con esa familia en Cataluña que pide 25% de clases en castellano para su hijo es sencillamente increíble. No piden nada más que se cumpla la ley. En Cataluña no existe la ley mas que cuando ellos quieren reclamar subvenciones o competencias. Fuera de ahí, hacen de su capa un sayo completamente con la ley española: ni ponen banderas, ni el Rey puede ir a Gerona, las sentencias del Supremo se limpian con ellas, en la escuela hacen la inmersión obligatoria como no se hace en ningún país del mundo (todos los países que tiene mas de una lengua, utilizan en las escuelas todas por igual),y, si por acaso algún juez les condena a cumplir una pena, el gobierno les indulta y se van a su casa. ¿Y quién paga la fiesta? España o lo que queda de ella. Se han escrito columnas y opiniones sobre si el procés fue o no un éxito. Pudo no haberlo sido, pero con Sánchez, ha resultado un éxito total: tienen la independencia de hecho (no hay Supremo, no hay Leyes, no hay Constitución, tienen televisión y periódicos que les apoyan, embajadas en el extranjero, escuelas y universidades donde no entra España, han reelaborado la historia) y las copas las paga España. Es la posición ideal, la independencia real manteniendo la falsa unión que les permite acceder al dinero de Madrid y de Europa. Una auténtica bicoca. Le están haciendo al castellano lo que le hizo el franquismo al catalán, están animando a hostigar a la familia que pide su 25% desde la sociedad y desde el gobierno usando la más pura metodología nazi , están tapando su corrupción con el velo de la patria (Pujol invitado de honor en el Camp Nou – ¿te imaginas la que se montaría si Florentino invitase a Bárcenas, por ejemplo?-) y encima ¡¡Son progresistas!! Todo un éxito. ¡ Cómo se lo debe pasar Rufián! La mitad de la semana en Madrid, a gastos pagados por los españoles, usando la tribuna de su Parlamento para insultarles y cobrar su sustanciosa nómina y la otra mitad de la semana en Barcelona, de héroe de izquierdas. ¿Se puede pedir más? Y encima se atreve a pedir que los periodistas tengan decoro y no le hagan preguntas que no sepa responder. Y al que le pregunte algo incómodo, que le castiguen y le quiten la acreditación. Están crecidos…Y cómo no estarlo, yo en su lugar me descojonaría todos los días cuando viese venir a pedirme los votos a los portavocillos del Partido Sanchista, y él jugando al ratón y el gato –“que te apoyo…que no te apoyo”- Se lo deben pasar fenómeno, por eso dijo que sólo iba a venir dieciocho meses y no hay quien lo saque de aquí…¿Y lo que se pulen estéticamente cuando pasan aquí un tiempo?…como aquella diputada con flequillo de la CUP cuya mamá contaba en las revistas que lo primero que hizo su hija cuando supo que venía a Madrid fue ir a la peluquería…señor, señor… Bien, ellos son independientes, tienen lo que querían, pero ¿y nosotros? ¿es esto lo que queremos?. ¿Queremos de verdad que reciban más subvenciones que nadie y que no pierdan al mismo tiempo ocasión de insultarnos? ¿Estamos de verdad tan gilipollas?. Al parecer sí. Porque en lugar de una ola de indignación y una petición masiva de un referéndum que nos pregunte si lo queremos así y una reforma de la ley electoral (¿cómo podemos admitir que con 300.000 votos catalanes se obtengan 13 diputados y con millón y medio de votos españoles mal llegan a elegir 2?), en lugar ,digo, de estar indignados de verdad, pretendemos hacer cada uno en nuestro pueblo lo mismo. En lugar de unirnos (Juntas de Comunidades se hicieron en Castilla históricamente cuando hubo problemas) nos salimos con Segovia soberana, Soria ya mismo, Teruel existe, Guadalajara mía y Granada Comunidad Autónoma propia que es lo último que ha salido. Cada uno por su lado a ver si con mis votos condiciono algo y pillo la subvención en lugar de dar un manotazo en el tablero y pedir que de una vez se acabe este patio de Monipodio en que se ha convertido la nación. En la España de nadie, a 8 de diciembre de 2021