¡Ministerio sindical ya!

Produce ternura ver a los camioneros explicando a quien les quiera escuchar que ellos no son la extrema derecha. ¡Pobres!¡Si da igual!.Los que se lo han llamado van a seguir diciéndolo, y los demás ya sabemos que eso nos lo dicen a todos los que no comulgamos con este gobierno en descomposición que huele a podrido por todas las costuras (la última pústula purulenta se llama Sahara). ¡Qué torpes, por dios! ¡decir que cuando todo el mundo del trabajo sale a la calle es porque les manipula la extrema derecha para seguir a Putin!.Hay que haber perdido completamente el norte. Lo que ha venido a demostrar todo este movimiento de trabajadores manifestándose o en huelga es la completa inutilidad de los llamados sindicatos de clase (alta) a la hora de defender sus derechos y reivindicaciones. No les ha hecho falta ni a agricultores, ni ganaderos, ni autónomos ni transportistas, ni a nadie que en este país trabaje, que les convoque ni UGT ni CCOO. Los “sindicatos de clase” están haciendo el papel de su vida. El silencio de los corderos, como reza cierto anuncio que circula por ahí con total acierto. Porque sólo una estructura sindical apesebrada en el abrevadero del poder puede abandonar de tal manera con total cinismo aquello a lo que debería representar. Los encontramos en reivindicaciones como la defensa de las excarcelaciones de etarras o la lucha CONTRA el 25% de castellano en las aulas en Cataluña. O declarándole huelgas generales a la derecha. Pero callados como pu…ertas ante la situación insostenible que viven en estos momentos las clases trabajadoras. No se muerde la mano que te da de comer y, con el gobierno, defienden que no se deben bajar impuestos. Es lógico, los necesitan, viven de ellos. Viven de nuestros impuestos, no de las cuotas de sus afiliados. Son la iglesia de la izquierda pero sin la ayuda a la gente que gestionan las parroquias. Ellos sólo se ayudan entre los miembros de la cúpula dirigente, ahí sí, ahí no queda nadie atrás. A estos, del comunismo que predican, lo que más les gusta es lo que tiene de Nomenklatura. Yo creo que deberían ser un Ministerio. Si estás con el gobierno, pues a las claras y de cabeza. Total, comparten ideas, palabras y acciones. Tienen un abundante historial de condenas judiciales (tarjetas black, cursos de formación) en Andalucía, Asturias…la última Madrid, (están en la fiscalía documentos de un fraude de millón de euros); unas siglas huecas de significado incluyendo la palabra “obrero”; un líder a la altura, un señor que no ha trabajado en su vida pero que se ha puesto un pañuelo al cuello y se pasea por los salones gubernamentales dando manos y repartiendo sonrisas condescendientes bajo el bigotillo fascistomorfo. Y acaban de sacarle al gobierno un aumento en subvenciones amén del pago de los arreglos de la sede en un momento en que la deuda pública es superior al 126%, la inflación está disparada y las protestas surgen por doquier. Lo tienen todo. Pueden hacer el Ministerio de los Sindicatos/as/es. Ahí les darán una asignación milmillonaria como suelen. No harán nada, pero al menos estarán sometidos a las normas de transparencia de la administración que ahora eluden, y por fin podríamos enterarnos de a quienes efectivamente representan. -¡Ay, por dios, Alfonsa!. ¡Pareces la extrema derecha, meterte de esta manera con los sindicatos, que tanto han luchado por los derechos de los trabajadores y contra el franquismo! -Pues es verdad, mucho lucharon, debemos recordarlo, pero ahora, son ellos los que deshonran su historia, qué quieres que te diga…