Cáceres: the fith holy land

El proyecto para erigir una estatua gigante de Buda en Cáceres y declarar esta provincia “Tierra santa budista”(The Fith Holy Land) sigue adelante. Ya casi había caído en mi olvido tan bizarra empresa, cuando héteme aquí que encuentro nuevos desarrollos. En enero de 2020, viajaron a Nepal nuestras autoridades cacereñas para impulsar “relaciones directas con el mercado asiático centro de la economía mundial y de dinámicas políticas en evolución y asentamiento” en palabras del Ayuntamiento de Cáceres. Que Nepal sea el centro de la economía mundial…siendo así que es el segundo país menos desarrollado de Asia, que su renta per cápita anda por los 900 dólares y que en Katmandú, su capital, no tenemos ni embajada…Y luego, digo yo, si va a ser un macrocentro espiritual, ¿qué nos importan las relaciones con la economía mundial?. Tendremos que relacionarnos con las autoridades espirituales, digo yo. Lo de que sea “centro de dinámicas políticas en evolución y asentamiento”, yo ya no sé qué quiere decir, y por eso no comprendo que nos interese tanto, pero la culpa es mía. Dice el alcalde de Cáceres que, dado que su ciudad ya es centro de tres culturas, la musulmana, la judía y la cristiana, esto la convertirá en el lugar de las cuatro culturas al añadir la budista.Total, que te imaginas que en una delegación que viaje a Nepal, irán un fraile, un imán y un rabino acompañando al alcalde…Pues no señor, en 2021 volvieron a viajar a Nepal, del 28 de octubre al 2 de noviembre (¡qué casualidad, ¡puente!!) el señor Alcalde, la Consejera de Cultura y los presidentes de: la Asamblea, la Cámara de Comercio, la Asociación de Empresarios, el Círculo Empresarial, el gerente de Oleosetín y el presidente y la gerente de Plasoliva. ¡dios, tanto empresario, tanta autoridad, a Nepal, el centro del comercio asiático, sin duda…!.Y para un proyecto de paz mundial espiritual, me chocó, la verdad (Plasoliva comercia con aceitunas de mesa y Oleosetín se promociona como “la catedral del aceite”, ya es un indicio, y el aceite es necesario para los ungimientos rituales, ahora, lo de las aceitunas de mesa no lo termino de ver…). Pero todo tiene su explicación: quien promueve el proyecto es la Fundación Lumbini. Y cuando buscas en su web quiénes son estos señores te encuentras que se dedican a vender paquetes turísticos, pashminas y bebidas orgánicas hechas con cafeína de guaraná y sin azúcar, altamente energéticas. Íntimamente relacionado con la espiritualidad budista, como se ve. Sea como fuere, en aquella visita, nuestras autoridades empresariales, cual nueva Santa Elena en Jerusalén , fueron al monasterio donde nació Buda, donde les hicieron cesión de reliquias sagradas del maestro para ponerlas en Cáceres. Y es que en septiembre de 2020, aún en pandemia pero la cosa espiritual todo lo puede, llegó a Valencia una estatua de Buda de jade blanco de dos metros de altura que iba a camino de Cáceres. En el edificio del reloj, las autoridades valencianas y cacereñas, provistas de ramos de rosas blancas, oficiaron una ceremonia civil para celebrar la presencia de la estatua. Los organizadores subrayaron que habían escogido Valencia para desembarcar para “retomar la conexión ancestral de comercio entre oriente y occidente” (ahora que nuestros chicos van a estudiar historia de aquella manera, se les puede colar que las relaciones de Valencia con Nepal fueron extraordinarias de toda la vida). Esa estatua a pesar de sus dos toneladas es rudimentaria si la comparamos con la que se va a construir: 40 metros de altura y 350 toneladas. Se pensó de bronce, pero se ha decidido que de ¡jade también!. Con lo cual, los 25 millones que iba a costar todo el proyecto, los consume sólo la estatua, y el proyecto ha pasado a estar evaluado en 72 millones, aunque el portavoz de la Fundación Lumbini dice que en realidad se van a gastar 300…Preguntados de dónde salen, responden “inversores asiáticos y personas de distintos países”, lo que suena…¿vago?… Decían las autoridades que todo esto no le costaría un euro al contribuyente. Amén de los viajes a Nepal y fieles a su palabra, ya han hecho la cesión del terreno municipal y en concepto de “ayuda al impulso al turismo rural”(¿no era lo de tierra santa?) han regado con 300.000 euros la “unión y sacralización de las tierras”, ceremonia a la que acudió la inefable Carmena que en su día proyectó al Buda para Madrid. No estoy al tanto de tarifas, pero creo que un obispo bendiciendo con el hisopo sale más a cuenta… Así que aquí tenemos a los gobiernos comunistas de dos países, España y Nepal, llevando y trayendo reliquias de hombres sagrados y construyéndoles estatuas gigantes. No sé a los de Nepal, pero a los nuestros, les cabe todo. Tan pronto te tiran la cruz de un pueblo a un vertedero, como te asisten a la consagración del terreno para Buda (¡“consagrar” terrenos, dios mío, en Europa, en el siglo XXI!)…Tan pronto te dicen que es para restablecer relaciones económicas ancestrales, como que es para crear un espacio espiritual de paz mundial. El carecer de principios es lo que tiene.